El panorama luce desolador, desesperante para un Acapulco abandonado por los tres niveles de Gobierno, se cumple una semana del desastre provocado por el huracán Otis.
El más triste recuerdo de Acapulco dejó de ser canción para convertirse en realidad.
No sólo es la destrucción y devastación por el paso de Otis… son los recuerdos formados de quienes aún tienen que luchar por su vida, ante un estado de derecho que parece que se derrumbó con el viento.
“Nos está llevando la chin*** en Acapulco, nadie le está metiendo, hay niños enfermos no hay pañales, no hay leche, no hay víveres”, dice uno de los afectados.
Rapiña e inseguridad en carreteras
El peaje en la autopista del Sol ya no es con dinero… Ahí la gente se cobra robando a quienes llevan poco o mucho para ayudar a sus seres queridos. Y no es con dinero, porque ante una situación así, eso es un simple papel.
“No sirve de nada, que no puedes usarlo para comprar nada porque todo fue saqueado es un papel sin valor…”, dice uno de los afectados.
Los tres órdenes de Gobierno superados por la tragedia
Cuando no hay autoridades, el caos gobierna… Cuando al robo le llamas cohesión social, es porque el municipio se vio rebasado… cuando el Gobierno del Estado camina sin ensuciarse las botas es por el miedo que le da aceptar que ya se vio superado… Y mientras tanto, hay un Gobierno Federal que parece que lo único que busca es que todo quede atascado.
La ayuda que mandan es insuficiente… si se estima que existen alrededor de 500 mil damnificados con las 18 mil despensas que ha repartido el Ejército y los 18 mil litros de agua, 28 personas se tiene que repartir una despensa y 3 personas compartir un litro de agua, dejando abandonados también a los elementos que le hacen frente a esta situación de emergencia.
“Los mismos del DNIII están sufriendo que no tienen agua ni comida, cómo van a trabajar, cómo le van a echar ganas.”, declara uno de los miles de afectados.
Si a la luz del día se vive una penumbra, imagínese usted lo que significa para la gente el ardiente atardecer en el mar de Acapulco.
Otros de los afectados, dijeron: “Venimos a comprar gasolina, no venimos a robarla, a comprarla [...] Qué poca madre” y “No hay ayuda de nadie, no ha venido nadie ni nos ha apoyado nadie solitos hemos estado ayudándonos”.
Obscura es la soledad que están viviendo los acapulqueños, resultado del abandono de quienes en campaña les juraron amor eterno.
Se cumple una semana del desastre provocado por el huracán Otis y el panorama luce desolador, desesperante para un Acapulco abandonado por los tres niveles de Gobierno. pic.twitter.com/GVCjI7PBJJ
— TV Azteca Yucatán (@AztecaYucatan) November 1, 2023
