El “Solsticio de Invierno” marca el momento en que el sol alcanza su punto más bajo en el cielo del hemisferio norte, provocando la noche más larga y el día más corto del año. En Yucatán, este 2025 el fenómeno astronómico reflejará amaneceres más frescos, descenso en las temperaturas y una sensación térmica más baja, especialmente durante las primeras horas del día.
Aunque el invierno en la Península no es extremo, durante este periodo suelen presentarse cielos despejados y vientos del norte, lo que contribuye a un ambiente más frío de lo habitual. Por ello, autoridades recomiendan abrigarse por las mañanas, así como cuidar a niños, adultos mayores y personas con enfermedades respiratorias.
Para la civilización maya, el solsticio de invierno tenía un alto valor simbólico, astronómico y agrícola. Representaba el renacimiento del sol y el inicio de un nuevo ciclo natural, asociado al equilibrio entre la luz y la oscuridad. Este evento era clave para la organización del calendario y la planeación de las actividades agrícolas, como la preparación de la tierra para la siembra.
El conocimiento astronómico de los mayas quedó plasmado en su arquitectura. Diversas zonas arqueológicas de Yucatán, como Chichén Itzá y Uxmal, presentan alineaciones solares que permitían observar con precisión los cambios estacionales, confirmando el avanzado entendimiento que esta civilización tenía del movimiento del Sol.
El solsticio de invierno no solo marca el inicio oficial de la estación, sino que también recuerda la herencia cultural y científica de los antiguos mayas, cuya observación del cielo sigue siendo motivo de estudio y admiración hasta la actualidad.
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