La inolvidable aparición de Hulk Hogan junto a Sylvester Stallone en el cine
Hulk Hogan, leyenda de la WWE y recordado por su papel como Thunderlips en Rocky III junto a Sylvester Stallone, falleció este 23 de julio a los 71 años.
El mundo del entretenimiento y los deportes de combate está de luto. Hulk Hogan, ícono indiscutible de la lucha libre profesional y figura clave de la WWE, falleció este 23 de julio de 2025 a los 71 años de edad, según confirmó su representante. El luchador murió en su residencia de Florida por causas naturales, rodeado de su familia y seres queridos.
Su legendaria aparición junto a Sylvester Stallone en Rocky III
Aunque fue un fenómeno global en el cuadrilátero, Hulk Hogan también dejó su huella en el cine, protagonizando una de las escenas más memorables de Rocky III (1982), donde compartió pantalla con Sylvester Stallone.
En la película, Hogan interpretó al temido luchador Thunderlips, quien protagoniza un combate de exhibición benéfico contra Rocky Balboa. Lo que debía ser un acto amistoso, rápidamente se transforma en un enfrentamiento violento y espectacular, en el que Thunderlips lanza a Rocky por el aire y domina el ring con movimientos propios de la lucha libre profesional.
El propio Stallone ha recordado con humor y respeto aquella filmación. Años después, confesó que la fuerza de Hogan era tan descomunal que varios especialistas resultaron heridos durante las escenas. “Cuando se lanzó sobre mí, su tibia me golpeó tan fuerte que creí que me había roto la clavícula”, relató el actor en una publicación de Instagram.
Un atleta fuera de serie
Hogan, cuyo nombre real era Terry Gene Bollea, fue uno de los luchadores más populares de todos los tiempos. Con su icónica figura, sus gafas de sol, el bigote rubio y su famoso grito de batalla “Whatcha gonna do, brother?”, dominó la WWE durante las décadas de 1980 y 1990. Ganó múltiples campeonatos y se convirtió en el rostro de la lucha libre ante el mundo.
Su legado va más allá del ring. También protagonizó películas, series de televisión y dejó una marca cultural que trascendió generaciones. Hogan fue un símbolo de fuerza, espectáculo y carisma.
Adiós a una leyenda
A pesar de los altibajos en su vida personal y profesional, Hulk Hogan se mantuvo como una figura querida por millones de fanáticos. Su participación en Rocky III junto a Stallone fue uno de los momentos que consolidó su presencia en el cine y lo acercó a nuevas audiencias.
Hoy, el mundo recuerda no solo a un luchador, sino a un ícono del entretenimiento deportivo. Su fuerza era real, su energía inigualable y su legado… inmortal.
