El pasado 10 de septiembre, una pipa de gas con casi 50 mil litros de combustible explotó en el distribuidor vial La Concordia, en Iztapalapa, dejando más de 90 heridos y al menos 6 fallecidos. Entre el humo y las llamas, una mujer se convirtió en símbolo de amor y valentía: Alicia Matías Teodoro, abuela y trabajadora del CETRAM Santa Martha.
Alicia se encontraba a tan solo 10 minutos de terminar su turno como checadora de ruta, cuando ocurrió la tragedia. En ese momento, cuidaba a su nieta de 2 años mientras su hija realizaba un mandado.
Sin pensarlo, cubrió con su cuerpo a la pequeña para protegerla del fuego. Su nieta sufrió quemaduras menores. Alicia, en cambio, presenta quemaduras en el 85% del cuerpo y fue trasladada a la unidad de quemados del hospital Magdalena de las Salinas.
“Por favor hagan todo para salvar a mi mamá, no le tocaba estar ahí”, expresó una de sus hijas a las afueras del hospital Emiliano Zapata.
¿Qué provocó la explosión de la pipa en Iztapalapa?
De acuerdo con autoridades de la Ciudad de México, el accidente ocurrió cuando el conductor de la pipa, perdió el control del vehículo e impactó contra un muro de contención. La explosión alcanzó el segundo piso del distribuidor vial y el paradero del Metro Santa Martha, donde decenas de personas quedaron atrapadas.
Piden ayuda para la abuelita Alicia
Familiares y usuarios en redes sociales piden apoyo urgente para la abuelita heroína. Su historia ha conmovido al país y expone no solo el amor incondicional de una abuela, sino también las condiciones precarias en las que muchas personas trabajan cada día.
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